Prisión

Todo lo que cuenta Carlos Ricardo (KarlitoMadrid) en el segundo video sobre los tribunales revolucionarios, impresiona; pero creo que lo que más impresiona por lo subrealista que le puede parecer a cualquier persona es el siguiente caso:

Un joven desde su balcón vio como otros muchachos estallaban algunos petardos. Cuano llegó la policía, se lo llevó detenido. Cuando preguntó por quê se lo llevaban, el policía le respondió que por reirse. A pesar de que el policía testificó luego en el tribunal que no fue el joven el que estalló los petardos, igual fue condenado a 15 años de privación de libertad. ¡15 años preso por reirse!.

Este caso me hizo recordar otro inversosímil contado por Carlos Alberto Montaner en su libro de memorias: “Sin ir más lejos”. Contaba como su amigo Armando Valladares (luego Embajador de los Derechos Humanos en la ONU durante la administración Reagan) fue detenido y el oficial que lo interrogaba le dijo:

“No tenemos ninguna prueba en tu contra, no te hemos ocupado en tu casa armas o explosivos o propaganda contrarevolucionaria, nadie te acusa, pero tenemos la convicción moral de que eres un enemigo potencial de la Revolución y por eso te vamos a condenar”.

¡Y qué condena! ¡Nada más y nada menos que a 30 años!

¿Qué perdón pueden tener personas que cometieron semejantes barbaridades contra inocentes?