Desprogramar mentes

Darwin Santana (El mundo de Darwin) mencionó que estaba estudiando un tema que llamó mucho mi atención: la labor de un desprogramador.

Existen personas que luego de salirse de sectas o cultos religiosos donde en muchos casos sufrieron vejaciones y abusos sistémicos, siguen adorando al gran líder. Es ahí cuando los desprogramadores entran en escena para ayudar a estas personas a despojarse completamente de estos pensamientos. Creo que el concepto se pudiera aplicar también a los que sufren del síndrome de Estocolmo.

La idea es que luego de que la mente de la persona afectada sea desprogramada, se convierta a su vez en un desprogramador y ayude a otras personas que sigan estando en tan penosa situación. Sumar cada vez a más desprogramadores y así sucesivamente formar una cadena.

Sin saberlo esto fue lo que hice con Ladys cuando llegó a Japón con la mente atrofiada con la dictadura cubana. Logré desprogramarla en tres meses aunque no logré convertirla en una desprogramadora.