Desconocimiento

Publish date: 2021-06-23
Tags: política deportes

El realizador Ian Padrón (Derecho a réplica), hijo de Juan Padrón (creador de “Elpidio Valdés” y de “Vampiros en La Habana”), entrevistó a su pelotero favorito: Lázaro Vargas. Ian Padrón fue el director del documental “Fuera de liga” sobre el equipo de pelota “Industriales” donde precisamente Lázaro Vargas comentaba como no guardaba ninguna camiseta del equipo porque las regalabas para ‘resolver’ problemas (visita a un médico, litros de gasolina, etc.) precisamente en la entrevista le hizo una pregunta relacionada con eso.

Le preguntó: ¿A pesar de no tener nada, al punto de tener que regalar camisetas para resolver problemas triviales, y haber recibido ofertas millonarias de las grandes ligas (MLB), por qué decidió quedarse jugando en Cuba?

La respuesta fue muy simple pero desgarradora, se notaba dolor en las palabras y en la mirada, “Por desconocimiento” fueron sus palabras. Luego argumentó la poca información que se sabía de las grandes ligas, de las mentiras que hacían creer sobre la sociedad norteamericana, etc. Concluyó que de saber lo que sabe hoy en día hubiese actuado diferente por supuesto.

Pensado yo entonces en esto, no es fácil, una vida haciéndolos lucir que renunciaban a los millones que se les ofrecían por amor a la patria, por convicción revolucionaria, bla, bla, bla, y que al final haya sido toda una gran mentira y que no lo hayan hecho por falta de conocimiento, jajaja… Era sabido pero es mejor cuando un vivo ejemplo lo dice a las claras.

Días después en una directa (no recuerdo el canal) salió una persona que estaba escribiendo un libro sobre el pícher René Arocha contando que Arocha se había quedado no con la idea de jugar en las grandes ligas sino para vivir en libertad y trabajar en lo que pudiese. Solo cuando un conocido (Jose Canseco) lo llevó por primera vez a ver un juego de grandes ligas, se dio cuenta que los jugadores no eran dioses del Olimpo como hasta ese momento pensaba que eran y que él podía hacer lo mismo. Por eso jugó luego al más alto nivel.

Otra vez se manifiesta el desconocimiento de una generación (y de las anteriores) sobre como se mueve el mundo moderno y que las supuestas ideologías no son más que muros que impiden el progreso personal y de sociedades.